Pues sí señores, tras recibir quejas y casi súplicas de personas que llevan desde el lunes con ganas de saber que fue de mí en Blanes, y como no me gusta hacerme de rogar aquí está la crónica de una muerte, digo de un acuatlón anunciado…
Un soleado 8 de agosto de 2010 muy prontito por la mañana…
Jaime: Eva, es la hora.
Yo: Ay mi amor, que me duele la pierna, casi que te espero aquí.
Jaime: Mecagoentoloquesemenea, tira pa’ la ducha ostias.
Yo: %$&???#%&&…. voy.
Media hora después…
Yo: Sube tú la niña a mi madre, que a mí me escupe en la cara.
Jaime: %$@&???#%&&… voy.
Un cuarto de hora más tarde en el coche ya: Coca-Cola & música de radiofórmula & medio sonrisilla en el careto rumbo a la Costa Brava.
9:00 a.m. Cojo mi dorsal que muy a mi pesar es el número 6. Muy a mi pesar pues no sé porqué extraño motivo estoy convencida de que me iban a dar del 1430 en adelante, coño, si los números de un solo dígito tienen que ser para los que son muy rápidos, o muy fuertes, o ambas, no??? pues no. Así que después de disculparme ante los señores de la organización y dejar muy clarito que aunque tenga un número tan corto no tengo intención de llegar entre los 10 primeros, acepto la bolsa y me voy a mis aposentos.
09:15 a.m. Crema solar, ingesta compulsiva de líquidos y encomendaciones varias a los santos patrones.
09:30 a.m. Empieza la cosa, nos situamos en un estratégico lugar (al final de todo) y nos lanzamos al agua con la esperanza de no morir devorados por los escualos.
Primera parte a nado: A mí como nadar no me cansa, me limito a ir lo más rápido que me permite la técnica, que no debe ser muy correcta habida cuenta de que no adelanto ni a una sola persona. Miento: adelanto a 7 ó 8 cuando me parece divisar a 1 metro bajo el agua una medusa de grandes dimensiones…
Yo: Jaime nos ataca una medusa!!!
Jaime: Es una bolsa mujer.
Yo (nadando como si me fuera la vida en ello y adelantando a los 7 ó 8 antes mentados): Y una mierda una bolsa, que tú no te guipas sin las gafas, ¡¡¡es una medusa!!! ¡¡corre, Jaime, salva tu vida.!!
Jaime: Eva, te vas a cansar y aún queda la carrerita y volver a nadar.
Yo: Ostias es verdad…a la mierda la medusa.
09:45 a.m. (más o menos) Llegamos a la orilla medio cansados pero contentos.
Sr. de la Organización (visiblemente incómodo ante la situación): Señora métase el pezón dentro del sostén, si hace usted el favor.
Yo: Que apuro Jaime, por dios, porqué no me has dicho nada?
Jaime: He pensado en no molestarte con eso…
Yo: Me molestas para decirme que alargue la brazada, que coja aire con la nariz cerca del sobaco, y no me molestas para decirme que se me ha salido un pecho??? %$@&???#%&&
1ª transición: Nada reseñable, seguramente Jaime hubiera preferido que no me secara con tanto mimo los pies, que no me pusiera los calcetines del derecho, y que no hubiera dejado la toalla doblada, pero aún así no refunfuña mucho…
Carrera propiamente dicha: Velocidad absurda con tramos de trote cochinero salpicado a veces de trote dignecillo, aunque esta apreciación es totalmente subjetiva claro está… Nos adelantan los 7 ó 8 desgraciados a los que habíamos adelantado antes por lo de la medusa, pero nosotros también adelantamos a una señorita, que sí, iba caminando, pero la ilusión que me hace no se describe con palabras: “hay que vivirlo.” Más tarde nos enteramos de que la muy jeta ha abandonado la carrera. Jaime intenta convencerme de que nos marquemos algún objetivo algo más ambicioso:
Jaime: Adelantamos al gordito de negro???
Yo: Buf. Grunch grunch, buf…
Jaime: Tranquila cariño tú a tu ritmo. Trae, ya te cojo yo la botella de agua…
2ª transición: No recuerdo nada de nada, tan sólo voces anónimas animando…
Voces anónimas: Vinga que l’ aigua està fresqueta. Va, que ja no queda res. Por aquí no, por aquí, muy bien… Lo importante es participar…
Yo: Participar, participar… Tu puta madre… (con perdón)
Segundo tramo de natación: Igual que el primero pero sin medusa, (debo decir que cuando meto la cabeza para respirar cierro los ojos no sea que vuelva a ver la medusa, ya que si esta vez tengo que aligerar el ritmo igual me da una parada cardiovascular). Al llegar, esta vez con los pechos bien colocados, nos encontramos a unos fans animándonos (el equipo de triatlón de Jaime), y botellitas de agua, y latas de coca-cola y bocadillos de jamón (que no comemos para hacernos los interesantes) Y ya para acabar e inmortalizar el momento, nos hacemos una foto con el susodicho equipo de triatlón.
Team Calella Triathlon: Vinga una foto.
Yo: Que no, que yo no me pongo que no soy del equipo y he quedado la penúltima, no soy digna, os la hago yo.
Team Calella Triathlon: Que sí mujer que has acabado y eso es lo que cuenta, ponte.
Yo (con los ojos humedecidos por la emoción, y pensando “y una mierda es lo que cuenta: el año que viene o no me presento o no quedo la última, ni la penúltima… por estas que son cruces”): Bueno, va, Luiiiiiis.