Archive for the ‘triatlón’ Category

La casi triatleta

agosto 16, 2011

Antes de que se me acumule la faena voy a narrar mis peripecias en el mini triatlón de Banyoles el pasado algo de julio, no recuerdo bien.

Y escribo antes de que se me acumule la faena porqué este domingo voy a hacer mi primer triatlón de verdad, como una señora, con sus 750 m. de nado, sus 20 km. de bicicleta y sus 5 Km. de carrerita a pie.

Pero por partes y ahora me concentro en redactar, para quien tenga a bien leer, lo que sucedió en Banyoles.

Allá que nos íbamos «cap a Girona» la familia casi al completo, porqué mi señor hermano «il pepino» también se está labrando un nombre en esto del triatlón. Así que partimos de Calella a eso de las 10:00, mi hermano el susodicho «Pepino», su señora, sus 2 hijas, que a la vez son mis sobrinas, mi marido y co-hacedor de este vuestro blog, mis 2 hijitos bonitos y una servidora.

1er punto raro: triatlón a las 15:00 p.m. A dios gracias que llovió y se estaba fresco, porqué sino más de uno la palma fijo.

1ª cagada: la menda que es nobel, se metió entre pecho y espalda, a eso de las 13:00 horas, un tremendo bocata con todas sus cosas incluyendo hamburguesa, huevo y mucha cebolla que me estuvo acompañando durante toda la carrerita.

2ª cagada: estrené un maillot de triatlón de los que llevan los triatletas de verdad todo molón que me compré media hora antes en una de esas tiendas que ponen expresamente para la ocasión. Hasta que recordé que llevaba cremallera y entre brazada y brazada dí con ella para liberar mis pobres pechos prietos, que las pasé putas… de verdad que pensaba que moría entre terribles asfixios por las incomodidades del maillot de las narices, eso sí estaba, como he comentado antes, toda molona. He aquí el documento gráfico.

Documento gráfico. Eva y Pedro "Pepino"

3ª cagada: no hay manera de que pueda beber agua mientras voy en bici, una vez lo hice y se me cayó el bidón al suelo así que le he cogido miedo y ahora sencillamente paso. Total, que durante la carrera entre la sed acumulada y una que es  previsora, cada vez que me ofrecían agua que cogía la botella la apuraba en 4 sorbos y la depositaba con suavidad en el suelo, no fuera que los de la organización me llamaran guarra. Eso hizo que perdiera unas décimas preciosas debido al clol cloc cloc del agua dentro de mi estómago. Y al flato claro.

Y ahora los puntos positivos que también los hubo.

1º:  he descubierto el plato 3 (el grande) y ahora llevo ruedas de carretera en mi querida montain bike, y caray que diferencia, como me deslizaba cual gacelilla silvestre por las calles de Banyoles, al principio con miedo por eso de pegarse la gran leche, pero una vez con confianza fue todo un lujazo… La bici se me hizo corta corta, y casi me encontré con la meta de golpe y con ganas de más. No de mucho más pero de un poquito sí.

Única imagen sobre la bici en la que no parezco subnormal

2º: no quedé la última (ni la penúltima), y hubiera quedado un puesto antes si la hijaputa que tenía a escasos metros por delante no se hubiera puesto a esprintar al final como si le fuera la vida en ello. Reconozco que el objetivo no era muy ambicioso, pero es que arrastraba un historial desastroso y mi pobre ego no hubiera vuelto a soportar quedar la última una vez más.

y 3º y más importante: me gustó.  Excepto lo que he comentado antes en los puntos negativos claro está: lo de la natación en el lago que se me hizo eterna y encima con el rollo del estrangulamiento maillotil, el regustillo a cebolla durante toda la prueba, y el estómago lleno de agua… por idiota. Meros detalles sin importancia que pienso solventar este domingo en Tarragona, donde, como dice mi esposo Jaime, y siempre y cuando lo acabé sin desfallecer, me convertiré en una triatleta de verdad.

La feliz casi triatleta, el maillot asesino y Gabriela indiferente

¡Santiago y cierra, España!

julio 26, 2010

Aunque a Eva le cueste creerlo fue el 27 de julio de 2003 cuando la acompañé a enfrentarse con su primer (y único) triatlón, a las por entonces remotas playas de Malgrat de Mar. Ese día Andy & Lucas mandaban en la lista de los 40 con Son de Amores, la bici fue una puta pesadilla, y quedamos penúltima (ella) y último (yo). A pesar de todo los dos recordamos la experiencia con cariño.

Así que siete años después, renacido para el deporte y viviendo a un cuarto de hora mal contado de Malgrat, era justo y necesario personarse en la edición de este año, que iba ya tocando estrenar los colores del Team Calella y sacar mis pies descalzos a pasear en competición. Cargué la bici, la suegra, a Eva y a Gabriela en el coche y para allá que enfilamos de buena mañana.

Rondaban las nueve y media cuando empezó el cachondeo, con salida a la carrera desde la playa. En 500 m de natación pueden pasar muchas cosas, sobre todo si decides empezar tranquilamente desde atrás, «para ahorrarme el follón,» olvidando que la gente no sabe nadar, así que vas a acabar en la centrifugadora igualmente. Tras un poco de zafarrancho dando y recibiendo, encontré mi lugar en el mundo, emparejado con un fornido muchachote que lucía una estilosa braga náutica. Quiso además el destino que fuéramos sincronizados, pero en contrafase, así que durante un buen trecho mi rutina fue respirar, mirar el fondo, mirarle fijamente el paquete, mirar el fondo, repetir…

Rumbo a la orilla liderado por mi paquete guía... (Foto de Marc Monguilod)

Pero todo lo bueno se acaba, y tras la natación llegó la bici. ¡Ay, la bici! O más bien, ¡ay, mi proverbial impericia bajando! Yo creo que es cosa del materialismo ateo: no confío en más vida que esta, la terrena, y le tengo por tanto mucho, mucho apego. Así que me pasé tres cuartos de hora con los nudillos blancos de apretar los frenos, los dientes rechinando de puro pánico, mientras cosa de mil millones de hombres, mujeres, niños y ancianos me adelantaban zumbando trialera abajo a la voz de «per l’esquerra!»

Ventajas de ser una nenaza, llegué a la transición fresco como una lechuga, así que la carrera se convirtió en un despiadado ajuste de cuentas. Mis sucios pies descalzos se hartaron de patear traseros: creo que adelanté 999.999 puestos, porque yo pasé a cosa de un millón, y a mí sólo me pasó uno.

Como los gorilas, uh, uh, uh...

La mierda pinchada en un palo de bici que hice lastra irremediablemente mi desempeño. Pero me voy contento, qué caray, que no se me ha olvidado nadar, y ya corro descalzo igual de mal que lo hacía calzado. Mis expectativas están colmadas: vuelvo a ser un triatleta mediocre.

Instalado en la plácida mediocridad del percentil 67.

Completada la fazaña, sólo quedó celebrar como es debido la astral conjunción de mi santo y de O Patrón, poniéndonos en las expertas manos de las chicas de Cal Tio Joan.

Reponer con prontitud las sales y fluidos perdidos es la clave de una buena recuperación.

Más Challenge y menos hostias

enero 21, 2010

Una cosa curiosa, que descubrí hace unos días. Pongamos que uno está pensando en hacer el Challenge Barcelona-Maresme, lo mismo me da que sea el medio de mayo, o el completo de octubre. Si buscas en google, acabas en esta página…

http://www.challenge-barcelona.com/

…pero resulta que también existe esta otra…

http://www.challenge-barcelona.es/

…y no, no son el mismo organizador. De hecho ni siquiera anuncian la misma fecha para el medio: los primeros dicen que el 23, los segundos que el 16.  Al menos parece seguro que será en mayo.

Los detalles son farragosos, pero tienen que ver con Jordi González, el director de carrera de la primera edición, poniéndoles los cuernos a Evolution, los organizadores originales, con Team Challenge, la franquicia alemana.

Pa qué vamos a discutir, si podemos resolverlo a hostias...

Al final, parece que el gato al agua se lo llevarán los teutones, porque sin el consentimiento del Consell Comarcal, ni Challenge ni hostias, y estos ya se han posicionado, germanófilos ellos… Claro que en Finisher habían hablado con los de Evolution, y aunque no he leido la entrevista original, el que sepa ingles podrá ver aquí que no piensan dar su brazo a torcer. Normal.

A todo esto, Jordi González Pérez, que también tiene algo que ver con la gente del .es, es el nuevo entrenador de la nueva sección de triatlón que han montado desde el Club d’Atletisme Calella, con el pomposo nombrecito de Team Calella Triathlon. Ahí es nada…

Yo, por supuesto, ya me he apuntado…